Hojas de otoño Capítulo 1

Era una fría mañana de otoño. Las últimas hojas caían de los árboles y bailaban con el viento.
Una hermosa joven de 16 años, las observaba con cierta melancolía, ya que ella ya había perdido todas sus esperanzas y su corazón pasaba por un cruel invierno. Así es, sakuno había decidido enterrar ese amor imposible y doloroso en el fondo de su ser. Se había rendido de llamar la atención de cierto ambarino. Si bien le había costado mucho tomar esa decisión al principio, luego de un tiempo se fue acostumbrando , debido a que el principe no demostraba extrañarse ante la repentina ausencia de la castaña.
Durante esos primeros meses que ella se había alejado, se sintió terriblemente mal. Sakuno observaba como muchas chicas ahora se ocupaban de llevarle el almuerzo a Ryoma y él los recibía sin ningún problema. En ese momento se sintió como una tonta y se dio cuenta de que al chico ojigato le daba igual su presencia , nisiquiera era su amiga, solo era una más, una fan más. Estos hechos tan tristes para ella, hicieron que su idea de olvidarlo se volviera más fuerte.
Dos años pasaron de su decisión. Cada día sentía que su vida se destruía, mientras el mundo solo seguía su camino sin notar su dolor.
Cada día era igual al anterior. Salía temprano al instituto, pasaba de largo a Echizen, se dirigía a su aula, conversaba con Tomoka de las locuras que se le ocurrían a la chica que ya no llevaba esas coletas, sino que mantenía su pelo suelto y se lo había dejado crecer, mientras que ella seguia utilizando sus infantables trenzas.
Después de clases almorzaba con su amiga megáfono y las chicas del club tenis, para luego volver a clases y a entrenar, una vez haya finalizado la jornada escolar.
Cerca de las siete volvía a su casa, se daba una ducha y preparaba la cena para su abuela y ella.
Suspiró pensando :
- seguro hoy todo será igual...
- ¡Sakuno ! ¿ Cómo estás amiga ? ¡ Te extrañé tanto !
- ¡¡Tomo-chan !! ¡ Me asustaste ! Jaja solo fue un fin de semana..no exageres !!
- jaja si tienes razón, pero tengo tantas cosas que contarte...vamos sakuno ! Sentémonos juntas - dijo con una enorme sonrisa.
- ¡espérame Tomo-chan! Aún es temprano- dijo sakuno corriendo detrás de su amiga.
Y así llegaron a su salón. Tomoka empezó a relatarle que había conocido un chico y que era guapísimo, pero la cobriza dejó de prestarle atención cuando unos ojos ambarinos se posaron en ella. No pudo evitarlo e inmediatamente desvió su mirada y se sonrojó. Por más que quería no podia dejar de amarlo. Cada vez que coincidían en algun lugar no podía no comportarse así, sus ojos rápidamente eran atraídos hacia el por una fuerza misteriosa. Trataba de no mirarlo, de no hablarle, pero era imposible si él la miraba, como si pudiera ver a través de sus ojos. No entendía porque Ryoma la buscaba con sus ojos, ni que pretendía. ¿Acaso se burlaba de ella ? No pudo contestar esa pregunta porque su amiga la devolvió al mundo real.
- Sakuno, ¿ Crees que debo aceptar salir con él ?¡ Es tan guapo !
Por suerte para sakuno, cuando iba a tratar de inventar una excusa, el profesor de historia apareció y las clases comenzaron.
En la hora de receso, la cobriza se sentó bajo un árbol, junto con tomoka a almorzar.
-Sakuno, ¿ En qué piensas tanto ?-preguntó su amiga, ya que notó que mientras le hablaba, la ojirubí estaba en las nubes. Ella no era tonta y leía a su amiga como si fuera un libro abierto.
- emm...en naada tomo-chan- dijo y no pudo evitar un sonrojo al recordar la mirada de su príncipe.
- ¿Sabes Sakuno ? Voy a cambiar la pregunta : ejem...¿ En quién estás pensando ?- dijo pícaramente, esbozando una sonrisa al verla en un aprieto.
- En nadie...yooo...sólo pensaba en la prueba de matemáticas... nada mas-dijo sakuno tratando de parecer seria.
- jajaja Sakuno...a mí no me engañas ! No a tu mejor amiga ! ¡Yo te vi ! ¡ Vi cómo se miraban Ryoma-sama y tú ! ¿ Pasó algo entre ustedes ?
-claro que no Tomo-chan...es imposible...apenas se debe acordar de mi nombre...-dijo Sakuno desanimada.
- ¡ay Sakuno ! Como diría el príncipe, aún te falta mucho en cosas del Amor !!!
- ¿Por qué dices eso Tomo-chan ?-pregunta Sakuno un poco molesta. Demasiado con el ojiambar le repitiera esa frase para que ahora su amiga le diga lo mismo.
-pues...verás... mm..Ryoma-sama nunca se mostró interesado en ninguna chica y eso lo sé porque soy la Presidenta de su club de fans, pero...hay algo distinto contigo...bueno tú.. antes eras las chica más cercana al príncipe y ni contar que ahora, lo he descubierto mirándote varias veces...por eso pienso que hay algo más.. es un presentimiento de amiga...
- Tomo-chan...hace dos años que perdí cualquier esperanza...todo ese tiempo fui invisible para él..
- Perooo..-intentó decir Tomoka...
- Dejé de hablarle, de ver sus entrenamientos y de prepararle el almuerzo, pero él no lo notó, no notó mi ausencia, pensé que aunque sea me consideraba su amiga, pero no...no soy nada para él.. yo..-prosiguió la ojirubi en un susurro- no me haré más ilusiones por Ryoma-kun...
Luego de esa charla, la tarde siguió su curso. Tomoka se sentía mal al ver a su amiga tan deprimida, pero por otro lado, no comprendía a Ryoma...si miraba a Sakuno...entonces, ¿ Por qué no le hablaba ?
La jornada escolar dio por finalizada y las chicas se separaron y se fueron por caminos diferentes. Cada una iba sumida en sus pensamientos.
La cobriza, no sentía deseos de llegar ya a su casa, así que se desvío de lugar y se sentó en un pequeño parque. Siempre le gustaba ir a ese tipo de lugares a despejarse. Se dejaba llevar por el viento y sentía que los árboles al zarandear sus ramas de un lado a otro le transmitía tranquilidad. También pudo observar como muchas parejas iban con sus hijos y los hamacaban en los juegos. Se preguntó si ella tendría una familia en un futuro y cómo sería si el ojiambar formaba parte de ella. Se lo imaginó enseñándole tenis a sus hijos y siendo sobreprotector con ellos. Por un momento sonrió, hasta que se dio cuenta que se estaba haciendo tarde. Por lo que se levantó del banco y empezó a caminar.
Iba en su mundo cuando de golpe sintió el ruido de una pelota de tenis. Levantó la vista y vio una hermosa cancha de cesped a su costado. Sin embargo al reconocer a la persona que practicaba en ella y observar a la linda chica que lo acompañaba, sintió como su frágil corazón se quebraba de a poco. Sí, era Ryoma junto a una hermosa mujer. Se notaba que era unos años mayor que él y que destacaba por su ondulado cabello rubio que caía hasta su cintura y que poseia unos ojos verdes increíbles. No pudo seguir mirando más esa escena del príncipe tomando el delicado brazo de esa chica para que sujetara bien la raqueta. Por eso, con lagrimas brotando de sus ojos rubis, salió corriendo a su casa, sin darse cuenta que en dicho lugar se le cayó una hermosa pulsera con su nombre, regalo de su madre, el único recuerdo que le quedaba.